Borrando a Papá: sin romanticismos en el "Día del Padre".

Borrando a Papá: sin romanticismos en el "Día del Padre".

Uno de los principales efectos de la "Ideología de Género" -y quizás el más nocivo para la sociedad, en la que introduce una disfuncionalidad estructural- es la prácticamente total desaparición de la figura y de la persona del Padre no sólo de la familia y de la sociedad, sino de la vida de los hijos.

Resulta cuando menos paradójico comprobar cómo mientras por un lado claman por un inexistente "derecho al hijo", por el otro le niegan a los niños sus auténticos Derechos Fundamentales.

La falaz lista de "argumentos" no sólo es interminable, sino todo un memorial de agravios de los que "el hombre", la persona de sexo masculino, es culpable, por el solo hecho de ser varón:

1. El "patriarcalismo" de la sociedad...
2. La inequidad "de género"...
3. El incontrovertible machismo del hombre, de "todos los hombres", y la violencia que le es inherente y que todos los hombres ejercen como ejercicio de subyugación y de poder...

A ésta hay que agregar los prejuicios culturales y los mitos propios de esta sociedad supuestamente "patriarcal":

1. La consabida "ineptitud" de los varones para las funciones propias del hogar...
2. "Mama es mama, taita es cualquiera"...
3. "Los hijos son de la mamá"...
4. "El Padre no es necesario"...

Y sin hacer mención de los casos de violencia física, psicológica y de otras índoles que también muchas mujeres ejercen sobre los hombres, y que estos sufren en silencio y sin apoyo. Y son muchísimo más frecuentes de lo que podría suponerse los casos de obstrucción o negación de las visitas, la reducción arbitraria del horario, la omnipresente influencia de la madre sobre los hijos que decide de antemano a dónde se les puede o no llevar, o el cambio frecuente de domicilio y de colegio sin consultar con el padre, o los impedimentos de participar en reuniones de padres de familia y la negativa a permitirles compartir en fechas y ocasiones especiales como cumpleaños de ellos o del mismo papá, actos de fin de curso, graduaciones, día del padre, navidad, año nuevo, semana santa...

El padre no ve ni tiene a sus hijos durante un fin de semana completo (tiempo asignado que, en sí mismo, es inequitativo e injusto), ni durante las vacaciones, y menos aún obtiene el permiso para llevarlos de viaje. Además, se acaba rompiendo el contacto y el vínculo con la familia paterna, que también desaparece de la vida de los niños. Y, aunque la Psicología dispone de una base empírica y documental lo suficientemente extensa que documenta de manera amplia, con evidencia contundente, el fenómeno de la "Alienación Parental" y del "Secuestro Emocional", no ha podido, en ninguna legislación, hacer valer dicho conocimiento.

Hay que ver el trato, la prevención y las aberrantes injusticias que cometen los Comisarios, Fiscales y Jueces de Familia con los hombres, padres de familia, a quienes la ley no les concede ni el derecho a réplica ni a defensa ante la sola acusación de la mujer, sea por "violencia intrafamiliar" o por "inasistencia alimentaria", incluso después de haberles hecho perder el empleo.

Se anticipa y antepone un juicio condenatorio inapelable desde la parte jurídica, en concordancia con el discurso predominante, acentuando la manía de la "corrección política", que obra de modo completamente sesgado inclinándose en casi todos los casos de manera prejuiciada en favor de la mujer, bajo el supuesto de que al concederle la razón y todos los derechos a ésta, se están salvaguardando no sólo los derechos sino también el bienestar de los niños. ¿En qué base racional, demostrable, se puede sustentar en general dicho "criterio"?

Las investigaciones demuestran cómo, desde hace décadas, primero en países como Estados Unidos, Inglaterra y España, y ahora en los de la América Latina, los padres pierden literalmente a sus hijos después de los dos años de la separación o del divorcio.

De todo ello trata este excelente documental que compartimos hoy, sin romanticismos y en toda su crudeza, para que tomemos conciencia del valor, de la real importancia y de la insustituible función del Hombre, del Padre, dentro del hogar y de la familia.